Gran Bretaña se convierte desde este viernes en el primer territorio o país importante que pasa a la ‘normalidad’. Al menos en los viajes. A partir de ahora, nadie que viaje a Inglaterra o a cualquier otra nación británica tendrá que adoptar medida alguna para entrar, ya esté vacunado o no.
Así lo anunciaba a principios de semana el el ministro de Transporte británico, Grant Shapps, quien confirmó que a partir de ahora se eliminaban los últimos requisitos especiales por el Covid-19 que se solicitaban para poder entrar: rellenar los formularios de localización de pasajeros y que las personas no vacunadas se sometieran a una prueba diagnóstica antes y después de su llegada. Ya no habrá que llevar mascarillas, ni hacer cuarentenas ni nada.
Hasta ahora, los viajeros sin la pauta completa de una vacuna debían someterse a un test PCR o de antígenos antes de viajar a Inglaterra y a otro tras la llegada al país. Y todas las personas, con independencia de su estatus de vacunación, debían rellenar un formulario con sus datos personales y planes de viaje, entre otras informaciones. Todo eso ya no hace falta. Sólo los requisitos que había antes de que llegara el coronavirus. Sí cambia algo para los viajeros que lleguen desde la Unión Europea con respecto a lo que ocurría en 2019, pero eso es otra historia y tiene que ver con el Brexit.
Es el final de un proceso que arrancó en enero y que pretendía llegar la normalidad precovid. Y que se ha intensificado con estas medidas, que pretenden facilitar las vacaciones escolares de Semana Santa. Curiosamente, llegan en un momento en el que los positivos por Coronavirus están repuntando por primera vez desde enero de forma global en los cuatro territorio británicos: Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte.
Los científicos ingleses afirman que gran parte de estas infecciones nuevas se deben a una subvariante de la variante ómicron, que es más contagiosa; pero también poco letal, de ahí que hayan seguido adelante con su plan.
Aunque nunca hay que elevarlo a definitivo, pues desde el Gobierno avisan que «seguirán vigilando» la evolución de la pandemia, la intención de los dirigentes británicos es empezar a «convivir con el Covid». Así lo anuncio el presidente Boris Johnson el pasado 21 de febrero, cuando implementó las primeras medidas en este sentido al eliminar la obligación de que los contactos vacunados de aquellos que tuvieron un resultado positivo tuvieran que hacerse una prueba durante siete días o que los contactos no vacunados estuvieran obligados a aislarse. Antes, el 27 de enero, Gran Bretaña había dado el primer paso al eliminar el uso obligatorio de mascarillas y del certificado Covid.
El que comienza ahora podría decirse que es casi la vuelta a la antigua normalidad, a la vida que había antes de que la pandemia se extendiera por todo el mundo.
La medida ha sido celebrada por la agencias de viajes y las compañías aéreas, que han visto aumentar sus reservas a lo largo de las últimas semanas. Viajar a Inglaterra ha dejado de ser un problema.
Nueva Zelanda adelanta su plan dos meses
Por otro lado, aunque sin avanzar tanto como Gran Bretaña, el paso que ha anunciado Nueva Zelanda casi le iguala, dado que ha sido uno de los territorios más cerrados a lo largo de la pandemia. El país austral anunciaba a principios de febrero cinco pasos de apertura que culminarían en octubre. En el cuarto paso, que tendría lugar en julio, se abriría la frontera a cualquier persona proveniente de Australia; a aquellos viajeros con exención de visado -del programa ‘waiver’-; y a aquellos con visado de trabajo de empleador acreditado (AEWV). Y sólo a partir de octubre de 2022 al resto de personas.
Ahora, Nueva Zelanda ha anunciado que abrirá su frontera a partir del 12 de abril a los turistas australianos y el uno de mayo para países con exención de visado, como Alemania, Estados Unidos y Gran Bretaña. Es decir, lo que en principio estaba previso para julio se adelanta a mayo.
Y no queda ahi la cosa. La condición es que los visitantes que entren al país deberán estar vacunados y dar negativo en una prueba de detección de Covid-19 previa a la llegada. Al llegar al país no habrá cuarentena obligatoria, pero se tendrán que someter a otras dos pruebas durante su estancia en el país. Antes, en cualquiera de las etapas, todos los que llegaran tenían que seguir autoaislándose durante 10 días y hacerse las pruebas de detección del virus a su llegada.
Aunque países como China reculan y han vuelto a cerrar algunos de sus territorios, en general, el mundo vuelve cada día que pasa a la normalidad.
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