¿Estás buscando un lugar donde ir en Otoño? ¿Aún no has decidido dónde para pasar el largo puente de diciembre? ¿Te plantearías conocer algunos de los lugares menos visitados de Andalucía o a los que no se te ocurriría ir fuera de verano? Con tantas opciones como ofrece España no es fácil decantarse por una sea cual sea la época del año. Y a veces esperamos hasta el último momento para ver qué tiempo hace a la hora de decidirnos.
Salvo algunas de sus ciudades, Andalucía tal vez no aparezca entre muchos de los destinos preferidos en Otoño. Sin embargo, es un lugar perfecto para visitar. A estas alturas, sigue teniendo muchos días de sol, una temperatura aceptable -puedes estar en pantalón y manga corta a veces en el mismo mes de noviembre-, incluso mucho mejor que en verano y, al menos, en su primer mes y medio aún tienes muchas horas de luz para poder conocerla.
Otoño es tiempo de lluvia, incluso en el sur, aunque cada vez lo hace menos. Y si bien en octubre aún suele hacer calor y el terreno está generalmente seco, no ocurre esto en todos los lugares; y, de hecho, noviembre y diciembre suelen ser unos meses perfectos para visitar Andalucía.
También es tiempo de nueces, de setas, de la berrea o de playa. Sí, han leído bien. Aunque tal vez no para bañarse; al menos si la tolerancia al frío está entre la media de los españoles. Pero sí para conocer, pasear y disfrutar de ella de una forma que en verano es inviable.
Y también es la época en la que, salvo algunas excepciones, bajan los precios. Es una estación ideal para salir a explorar.
No son planes de ciudad los que aquí se presentan, aunque las ciudades andaluzas de interior más visitadas (Sevilla, Córdoba y Granada) están en plena temporada alta. Son lugares de Andalucía que en muchos casos se escapan de las rutas más turísticas y, en otros, se pueden ver desde una perspectiva diferente a la de época estival.
Ocho lugares perfectos para visitar en esta época del año. Esto sólo es una selección por provincia, hay muchos más. Andalucía es muy grande como para poder condensarla en ocho sitios. Hay de todo, bosque, playa, dehesa… En todos ellos puedes encontrar un encanto especial en esta época del año.

HUELVA – Sierra de Aracena y Picos de Aroche, entre encinas y castañales
Si hay un lugar en Andalucía donde se agrupa casi todo lo singular que el Otoño puede ofrecer ése es el Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. No es un destino desconocido y, de hecho, se encuentra entre los más visitados de la provincia de Huelva. Sin embargo, es en estas fechas cuando adquiere un encanto singular.
Y no sólo es porque, con las primeras lluvias, la hierba regresa a sus veredas y los colores anaranjados empiezan cubrir los campos sino porque también es una zona de castaños, nogales, alcornoques o encinas, que en esta fecha dan sus frutos.
Entre ellos destaca la zona de castañar. Cerca de 300.000 castaños hacen de la Sierra de Aracena un lugar privilegiado para visitar en esta época. Y pueblos como Los Marines, Aracena, Galaroza, Alájar, Fuenteheridos o el Castaño del Robledo tienen tradicionales fiestas ligadas a esta temporada de la castaña, que suelen desarrollarse entre noviembre y diciembre.
En cuanto al encinar y alcornocal, no hace falta decir en qué zona nos encontramos. La Denominación de Origen Protegida Jabugo es posiblemente la más conocida de España. Y el otoño es época de montanera. Para los que no les suene esta palabra, la montanera es la última fase de la cría del cerdo ibérico antes de la matanza. Consiste en dejar pastar al cerdo en la dehesa, donde se alimenta casi en exclusiva de las bellotas que caen de estos árboles. Es una época en la que puedes ver a miles de cerdos debajo de encinas y alcornoques.
Con esas primeras lluvias también brotan las setas, uno de los productos más apreciados en estas fechas y que más adeptos atrae a esta zona de Huelva. Hay varias rutas micológicas en la sierra onubense y en el vecino Andévalo.
Y por si fuera poco también es época de berrea, el periodo de celo del ciervo; y la presencia de estos animales es algo habitual en los senderos del Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Allí se puede observar el cortejo y las peleas de los machos, especialmente en el amanecer y atardecer a lo largo del mes de octubre.
Todos estos encantos se añaden a los que esta zona de Huelva ya ofrece. Entre ellos figuran las numerosas rutas de senderismo o btt que se pueden hacer todo el año y que en otoño engloban muchas de estas ‘atracciones’. Aparte, ofrece barranquismo, piragüismo, también habitual en esta zona.
Y eso sin nombrar los pueblos para visitar que allí existen y que, como Aracena y su Cueva de las Maravillas, Alájar, Almonaster la Real, Zufre… se encuentran entre los más bonitos de España.
SEVILLA – Territorio Doñana, una experiencia única
La provincia de Sevilla también puede presumir, como Huelva, Córdoba o Jaén, de contar una amplia extensión de Sierra Morena que abarca la práctica totalidad de la zona norte de la provincia y que en Otoño adquiere un color propio, pero es en el sur, en una zona relativamente cercana a la capital, donde se vive un proceso muy esperado en estas fechas: el del regreso de miles de aves migratorias procedentes del norte de Europa. Se trata de la zona que se conoce como Territorio Doñana y que abarca lo que ocupa el propio Coto y toda la zona circundante.
Doñana se identifica tradicionalmente con la provincia de Huelva y aunque en su mayor y más conocida parte está en la cercanía del litoral sur onubense, Sevilla también acoge algo más de la cuarta parte de la reserva ecológica más importante de Europa. Y en esa pequeña parte se encuentran algunas de las zonas más densamente pobladas de aves de todo el Coto. Y son mucho menos conocidas y visitadas que las de su vecina Huelva.
Con la llegada del otoño y las lluvias, miles de grullas, gansos y otras aves regresan del norte de Europa y se unen a flamencos, cigüeñas, etc. para conformar la estampa más conocida de este precioso entorno natural. También es la época en la que se forma la inmensa laguna que caracteriza a la Reserva Natural Concertada Dehesa de Abajo, punto de peregrinación de ornitólogos a nivel mundial y donde se encuentra la mayor colonia de cría de cigüeña blanca del mundo.
Con el sol más bajo que en el estío, es una buena época para el avistamiento de aves y la luz de sus paisajes se hace más apropiada para la fotografía de naturaleza.
Puntos como la mencionada Dehesa de Abajo, la Cañada de los Pájaros, el Lucio del Lobo o el Centro de Interpretación José Antonio Valverde son de obligada visita para los que quieren conocer esta zona catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Los cinco pueblos que componen la ‘Doñana sevillana’ (La Puebla del Río, Aznalcázar, Isla Mayor, Villamanrique y Pilas) aportan una variedad que contrasta con el resto de la provincia. Los pinares de Aznalcázar, los arrozales de Isla Mayor -que tanta fama dio La Isla Mínima-, la enorme ‘costa’ de La Puebla del Río, la rociera Villamanrique… se convierten en Otoño en uno de los centros de atracción de la provincia de Sevilla.
CÁDIZ – Sierra de Grazalema, donde la lluvia hace milagros
La provincia de Cádiz es muy conocida por sus playas, por formar parte de Doñana, por sus vinos o por sus sierras que, entre otros destinos, muestra dos zonas muy singulares en esta época otoñal. Una es la mayor masa de alcornoques conservada en la Península Ibérica (Parque Natural Los Alcornocales); la otra, una zona que registra el índice de lluvias más alto de España y donde crece un árbol muy especial: el pinsapo (Sierra de Grazalema).
Por su originalidad me quedaría con esta última. Una sierra que se extiende entre Cádiz y Málaga y que, aunque es recomendable en todas las estaciones, en Otoño adquiere un color especial.
El pinsapo sólo crece en España, en algunos puntos de Rusia y en el norte de Marruecos. Y se concentra aquí, en unas 400 hectáreas de la Sierra del Pinar, además de en el Parque Natural Sierra de las Nieves y en Sierra Bermeja, gracias a la alta pluviosidad existente. Esta especie es descendiente de los abetos centroeuropeos que en época glacial formaban en esta zona grandes bosques. Es el ‘recuerdo’ que queda de una época donde el clima en la península era muy diferente.
Te encuentras una arboleda densa y húmeda, en el que aparte de estos peculiares abetos, hay encinas o quejigos. Y que recuerda más a zonas nórdicas, incluso al centro de Europa, que a una zona de Andalucía donde el sol y la playa son destinos de primer nivel.
Pero esta zona no sólo son los pinsapos, ni siquiera lo mucho que puedes ver en el propio pueblo de Grazalema, uno de los más hermosos de Cádiz, incluido en la Ruta de los Pueblos Blancos de la provincia gaditana al igual que otros cercanos como El Bosque, Algodonales, Benaocaz… Esta sierra tiene sendas preciosas (ruta de Ribera del Río Majaceite, la del Salto del Cabrero, etc.), cañones de gran belleza como la conocida Garganta Verde, e, incluso, grutas subterráneas famosas como Cueva de la Pileta, que tiene pinturas rupestres, o la del Gato.
CÓRDOBA – Los Pedroches, un paraíso para comer jamón y ver las estrellas
Posiblemente, el Valle de Los Pedroches sea una de las zonas más desconocidas de Andalucía. Y, por eso, también una de las que más tiene por mostrar al mundo. Como parte de Sierra Morena, cuenta con algunas de las características de las que ya hablábamos antes cuando mencionábamos la Sierra de Aracena y Picos de Aroche.
En Los Pedroches también podrás disfrutar en estas fechas de la montanera del cerdo ibérico o de la berrea de los ciervos, además de hacer rutas sugerentes, coger setas o conocer uno de los mejores destinos de España para ver las estrellas.
No todo es uniforme. Hay zonas de dehesa menos tupidas, donde la agricultura de cereal se impone a la ganadería; zonas más intensas como las que se pueden ver en las cercanías de Villanueva de Córdoba; monte bajo en Santa Eufemia o en el Parque Natural de la Sierra de Cardeña y Montoro… Y que destaca porque precisamente la mayor parte es llano o ligeramente ondulado. No es por algo que le llaman valle, un enorme valle situado sobre una masa de granito casi uniforme. De ahí que las piedras estén casi en la superficie y de ahí también el origen de su nombre.
Aunque en su día fue otro, en época musulmana se conoció como Fash al-Ballut o Llano de las Bellotas. Porque si hay algo que vas a encontrar allí son encinas y, por eso mismo, una ganadería de cerdo ibérico cuya denominación de origen también sobresale a nivel nacional, donde algunos de sus jamones se han situado en los últimos años entre los más reconocidos. La porcina no es la única ganadería aunque sí la más numerosa.
También está cogiendo fama por ser una las principales reservas Starlight de España, donde se puede disfrutar de una buena visibilidad de cielos estrellados. Tiene varias rutas señaladas, aunque la zona más conocida tal vez sea en el entorno de la playa de La Colada, en El Viso.

Entre sus numerosos senderos hay muchos vestigios en los que se observa el pasado minero de una zona explotada desde época romana o, más recientes, de la huella que dejó ser frente y retaguardia durante los tres años que duró la Guerra Civil Española.
Y también te encuentras historia con castillos bien conservados como el de Belalcázar o El Madroñiz o ruinosos como los de Miramontes o el de Vioque; pueblos históricos como Pedroche o Santa Eufemia; monumentales como Dos Torres o la misma Belalcázar…
Aunque si por algo destaca es por la naturaleza que le rodea y que, con la llegada de las primeras lluvias, toma el color verde y ocre que le hace tan sugerente en estas fechas.
MÁLAGA – Valle del Genal, descubriendo el Bosque de Cobre
En una de las provincias más montañosas de España y donde se pueden encontrar paisajes tan hermosos para ver en Otoño como los pinsapares de la Sierra de las Nieves, la Sierra de Tejeda, Almijara y Alhama, los bosques de pinos de Ojén, de Málaga o de Mijas, si a alguien preguntas por un lugar en el que la época otoñal esté mejor reflejada diría que es el Valle del Genal.
Por su colorido y su belleza en estas fechas, por ese espectacular entorno natural que sigue el río del que toma el nombre, el Genal, por ser el paraíso de los castañares en Andalucía… El Valle del Genal emerge tras el cálido verano. El paisaje que las hojas al caer dejan en la zona, con sus ocres, amarillos y marrones predominantes, ha hecho que se la conozca como el Bosque de Cobre. Un nombre que alude al color de su espectacular paisaje.
Situado en la comarca de la Serranía de Ronda, es una zona de montaña mal comunicada, de pequeños y encantadores pueblos. Hasta quince municipios forman esta extensión de bosque, de nombres como Algatocín, Benadalid, Benarrabá, Alpandeire… que delatan su pasado morisco.
Recorrer sus parajes, adentrarse en el bosque y deleitarse con su gran explosión de color es una de las atracciones de estas fechas. Las rutas que hay en el entorno de los municipios de Júzcar, Cartajima, Parauta, Jubrique o Genalguacil están entre las más visitadas.
También es un lugar ideal para la recogida de setas tras la caída de las primeras lluvias. Pero si por algo destaca, lógicamente, es por todo lo que acontece alrededor de la castaña. Durante el mes de noviembre acoge muchas fiestas relacionadas con ese fruto y hay platos típicos con la castaña como protagonista. Se trata de un lugar donde el tiempo se ha detenido y que se puede disfrutar todo el año, aunque sólo en época otoñal transmite ese encanto que le ha hecho tan especial.
Por desgracia, el incendio que ha tenido lugar en este verano de 2021 en Sierra Bermeja ha afectado a parte de los castañares. Por fortuna, la práctica totalidad del Valle del Cobre de salvó. Con la llegada del Otoño y de las lluvias la vida renace y pronto recuperará parte de lo que ahora se ha perdido.
JAÉN – Sierra de Cazorla, Segura y las Villas, el pulmón de España
El Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y las Villas es hermoso todo el año, no sólo en Otoño. Incluso en verano se llena de gente. Pero eso no impide que, cuando el frío y las lluvias llegan, se convierta en un espectáculo.
Es la época en la que el pulmón natural más grande de España acoge la berrea de sus ciervos, aparecen las primeras setas, sus ríos fluyen con más intensidad, la hierba vuelve a crecer y los árboles adquieren ese color tan típico de esta época.
Tal vez en estas fechas nadie se pueda bañar en las pozas del río Borosa o del Cerezuelo, pero sí disfrutar de la cascada de la Malena con más intensidad que en verano. Tal vez no tengas tantas horas de luz para recorrer el parque, pero sí sentirás su frescor a la hora de caminar.

De hecho, el Otoño es, junto a la Primavera, la mejor época para los amantes del senderismo y de la bicicleta de montaña. Y tienen donde elegir. Aparte de senderos conocidos como el de la Cerrada del Utrero, el del río Borosa, el de los Tejos Milenarios, el del Puente de las Herrerías, etc. Siempre está el que, bajo el nombre Bosques del Sur, recorre completamente el parque a través de sus 478 kilómetros señalizados y sus 21 etapas.
En esas rutas se puede admirar diferentes tipos de pino, encinas, tejos, álamos… y una fauna entre las que se encuentran algunas especies protegidas, especialmente las rapaces, algunos tipos de buitres o el quebrantahuesos.
Aparte de todo esto está el patrimonio histórico de los pueblos que en él se encuentran. Algunos de ellos, como Segura de la Sierra, elegido entre los Pueblos Más Bonitos de España. Y otros, como la propia Cazorla, que cuentan con una gran historia a sus espaldas y que se refleja en sus monumentos.
GRANADA – La Taha, una visita a la Alpujarra ‘desconocida’
Pese a contar con una serie de valles espectaculares, cuando se habla de Alpujarra, a la mayoría se le viene a la cabeza el Barranco de la Poqueira. Ese ‘tridente’ que forman Capileira, Bubión y Pampaneira se ha convertido desde hace tiempo en la ladera más famosa de esta zona de Granada. Y, además, en otoño, con el cercano Veleta y las cumbres de Sierra Nevada ya blancas crea imágenes de postal.
No obstante, cualquier lugar de la Alpujarra granadina es recomendable en esta época del año en la que el frío regresa, la nieve aún no llega -o no suele llegar- a la altura donde están situados sus pequeños pueblos, la hoja caduca crea estampas idílicas y las rutas de senderismo aún son muy accesibles para todo el mundo.
Sin duda, tanto el Barranco de la Poqueira como los valles vecinos son un buen lugar para visitar en Otoño, pero en este caso voy a hablar de uno de ellos no tan conocido y tal vez por eso menos ‘explotado’: La Taha. Un destino muy especial en estas fechas de las que hablamos.
Situado junto a la mencionada ladera, La Taha está rodeada por cumbres nevadas, barrancos, ríos y bosques. Está formada por siete pequeñas aldeas cuya capital y su aldea más conocida es Pitres. A ésta se unen Mecina Fondales, Mecinilla, Capilerilla, Ferreirola y Atalbéitar, más la despoblada Aylácar. Entre todas no suman 700 habitantes.
Diseminadas estas aldeas por la ladera sur de Sierra Nevada, entre los barrancos Bermejo y de la Sangre, a unos 1200 o 1300 metros de altitud e incluidas en el Parque Natural, están rodeadas por amplia red de senderos con más de 2.000 especies vegetales catalogadas.
Entre ellas están unos castaños que en estas fechas echan su fruto y que son motivo de fiesta en varios pueblos de la Alpujarra a principios de noviembre. La llamada Mauruca en el caso de La Taha. O los nogales, muy presentes en el término municipal de este pueblo, algunos de ellos centenarios, y que muestran su color más espectacular en esta etapa. También encontramos madroños, frutales…
En lugar perfecto para perderse y disfrutar de la paz y tranquilidad de esta zona y descansar en alguno de sus pequeños núcleos, donde la huella bereber que se instauró en el medievo aún está patente en su arquitectura, estructura y color.
Y para completar el panorama, siempre están cerca las más turísticas Capileira, Bubión y Pampaneira, y sus alrededores. O la cada vez más conocida y visitada Soportújar, el pueblo de las brujas.
ALMERÍA – Cabo de Gata en otoño, el mejor lugar para perderse
Aunque los bosques, la caída de las hojas y los colores ocres predominen en las búsquedas de cualquier viajero en estas fechas, no podemos olvidarnos de esa playa tan requerida cuando el sol apretaba semanas atrás. Otoño tal vez no sea una buena época para bañarse. Aunque haya quien sí aguante el frío y lo haga. Pero sí lo es para disfrutar de playas desiertas, del rumor del mar y de atardeceres en solitario, algo imposible apenas unos meses antes.
Hay muchas playas en Andalucía que ofrecen ese panorama en Otoño, en especial en las enormes extensiones de dunas de Cádiz y Huelva, pero si hay un lugar donde esa sensación es única es el Cabo de Gata. Tanto puede destacar que le hace sombra a esa Alpujarra almeriense, que también brilla en esta época.
El hecho de que sea Parque Natural ayuda. Ni está masificado, ni cuenta con grandes estructuras, ni tiene fáciles accesos y a eso se añade que en esta época cierra una gran parte de su oferta de alojamiento. Eso hace que los pocos que disfrutan de este paraíso lo hagan casi en solitario.

Es una oportunidad única para pasear por playas como las de Mónsul o de Los Genoveses sin agobios ni costes añadidos. Para practicar senderismo por un parque que, a poco que llueva, el terreno lo agradece -ya se sabe lo que se dice del desierto- y que cuenta con rutas espectaculares, tanto de interior entre volcanes como bordeando playas y acantilados. De disfrutar de esos pueblos blancos y, a veces diminutos, con la sola compañía del rumor de las olas…
Pero también es una oportunidad única para disfrutar del mar. No para bañarse tal vez, pero sí para hacer submarinismo y, sobre todo, snorkel (con neopreno). Esta zona es única para ello y en esta fecha es mucho más fácil que en verano ver la vida marina cerca de la costa.
Si a todo ello añadimos que los precios son más bajos y que la temperatura te permite aprovechar mejor las horas de sol, aunque estás sean inferiores… el Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar, que es como se llama, siempre es una gran elección.
Atrás quedó el verano, pero como veis, con él no se acaba nada. Al contrario, llega una época que a no todos gusta, que a muchos nostálgicos pone tristes, pero que a otros echa a la calle, a los bosques, a las montañas, a disfrutar de esos paisajes tan bonitos que tiene Andalucía en Otoño, lugares para desconectar y disfrutar de la naturaleza.
Si no los conoces, aún estas a tiempo para hacer planear un Otoño en Andalucía. Seguro que no te arrepientes.
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